- Las emociones son alertas internas acerca de los peligros que se nos presentan:
- El enojo nos motiva a luchar por la justicia y por otras cosas importantes (¡Esto es injusto!).
- El disgusto nos protege de consumir o tocar conas contaminadas (¡Qué asco!).
- El temor nos alerta que estamos entrando en una situación similar a las que en el pasado nos fueron perjudiciales (¡Serpiente!)
- Además, las emociones son prognosticadores internos que nos ayudan a anticipar problemas antes de que pasen.
- Nuestra conciencia nos advierte con pistas de la culpabilidad o tristeza que sentiremos en el futuro si no actuamos ahora.
- Podemos pre-sentir cuando debemos o no debemos hacer algo, aún cuando no lo hayamos razonado.
- Las emociones nos indican las cosas que tienen importancia para nosotros y los grupos a los cuales pertenecemos.
- Nuestra tristeza en el luto es una indicación de la importancia, para nosotros, de la persona que falleció.
- Nuestro enojo indica que hay cosas que valoramos que están en peligro de perderse
- Las personas que han perdido o dañado la porción de su cerebro que controla las emociones pierden su iniciativa y su habilidad de escoger entre opciones.
Fuente: Spencer, S. F. (2021). Passions of the Christ: The Emotional Life of Jesus in the Gospels. Baker Academic, p. 10 y sig.