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Agustín dijo que toda persona busca la felicidad. Es imposible no desear la felicidad. Lo que quiere decir Agustín es que hacemos todo lo que hacemos porque creemos que nos hará felices, o por lo menos, más felices de lo que nos harían las alternativas. El problema es que todos tienen diferentes ideas acerca de lo que da felicidad.       XXX

Augustine, The City of God, trans. Marcus Dods (Altenmünster, Germany: Jazzybee Verlag, 2015), 211, citado en Pennington, J. T. (2020). Jesus the Great Philosopher: Rediscovering the Wisdom Needed for the Good Life. Grand Rapids, MI: Brazos Press.

¿Estamos más felices que un campesino de la Edad Media? Por un lado, dice el filósofo cristiano John Pennington, fácilmente supondríamos que sí, porque vivimos más años, tenemos mejor salud, tenemos muchísimo más prosperidad. Pero si observamos a nuestra generación, no es evidente que somos más felices. Y no hay manera de medir la felicidad de generaciones pasadas.       XXX

Pennington, J. T. (2020). Jesus the Great Philosopher: Rediscovering the Wisdom Needed for the Good Life. Grand Rapids, MI: Brazos Press, p. 189."

Muchos hacen un especie de matemática emocional para definir la felicidad: 'Mi vida es feliz si tengo más momentos placenteros que momentos desagradables.' Otros dirían que la felicidad es 'poder ver la vida entera de uno como significativa o valiosa. La interpretación es clave: si cuidas a un bebé que llora toda la noche, puedes interpretarlo como un momento desagradable (¡Ay este molestoso llorón! ¡Quiero dormir!) o algo valioso (Estoy mostrando amor a una nueva criatura indefensa que me necesita).'       XXX

Y. Noah Harari, citado en Pennington, J. T. (2020). Jesus the Great Philosopher: Rediscovering the Wisdom Needed for the Good Life. Grand Rapids, MI: Brazos Press, p. 189.

Los Estados Unidos tiene 577.000 profesionales en la salud mental. Y la industria de libros de autoayuda gana diez mil millones de dólares al año. Esto demuestra tanto la búsqueda, como la dificultad de encontrar, la felicidad.       XXX

Pennington, J. T. (2020). Jesus the Great Philosopher: Rediscovering the Wisdom Needed for the Good Life. Grand Rapids, MI: Brazos Press, p. 191

John Pennington sugiere que el contentamiento no se encuentra en la emoción de la alegría, sino en aceptar y recibir con gratitud a todas nuestras emociones y experiencias.       XXX

Pennington, J. T. (2020). Jesus the Great Philosopher: Rediscovering the Wisdom Needed for the Good Life. Grand Rapids, MI: Brazos Press, p. 198.

Jesús nos llama a negarnos a nosotros mismos y sobrellevar nuestra cruz. Pero no hay ninguna contradicción entre la virtud de la abnegación y la felicidad. Por ejemplo, cuando sacrificamos para ayudar a nuestros seres queridos, es un placer, no una tristeza. Hebreos 12.2 dice que Jesús soportó la cruz por el gozo puesto delante de él. Así que el acto de negarnos a nosotros mismos siempre tiene un elemento gozoso:
  • Nos negamos algo deseable-pero-dañino, para conseguir algo que reconocemos que es, a fin de cuentas, mucho mejor para nosotros.
  • Nos negamos algo para nosotros, para beneficiar a alguien que amamos
  • Nos negamos algo para nosotros mismos, para agradar a Dios porque lo amamos y nos agrada agradarlo.
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Resumen y expansión de Pennington, J. T. (2020). Jesus the Great Philosopher: Rediscovering the Wisdom Needed for the Good Life. Grand Rapids, MI: Brazos Press, p. 210.

En contraste con muchas de las descripciones de Jesucristo que encontramos en retratos y libros, inspiradas por la Edad Media o los Puritanos, Jesús fue un hombre de gozo y amor.    
  • En contraste con Juan el bautista, Jesús fue conocido como alguien que comía y bebía con los pecadores.
  • Las parábolas de Jesús demuestran creatividad e imaginación, y el deseo de comunicar la verdad en maneras que atraen y entretienen a las personas.
  • Jesús dijo, «yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.» (Juan 10.10)
  • Jesús enseñaba a sus discípulos a encontrar gozo hasta en el sufrimiento y la persecución, y siguió su mismo consejo: «quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba» (Hebreos 12.2)

Pennington, J. T. (2020). Jesus the Great Philosopher: Rediscovering the Wisdom Needed for the Good Life. Grand Rapids, MI: Brazos Press, p. 213, con unas adiciones del presente autor.

«...la felicidad no es más que el amor a lo que somos, a lo que tenemos, a lo que hacemos.»

André Comte-Sponville, Las más bellas reflexiones sobre la vida, 11.

Las palabras ‘felicidad’ y ‘gozo’ se usan por muchos como sinónimos, y muchos creen que saben el significado de estas palabras, hasta que uno les pide una definición. En realidad hay varias cosas que las personas llaman ‘felicidad’:

  • una reacción emocional a una experiencia agradable (el placer);
  • la sensación física del placer;
  • un estado de euforia;
  • una actitud positiva que dura más tiempo que el placer y que puede continuar a pesar de las circunstancias adversas (el buen humor);
  • una duradera aceptación alegre de las condiciones de uno (el contentamiento);
  • un estado de bienestar que no depende de su estado emocional (el florecimiento, la bienaventuraza, el shalom, eudaimonia).

La Biblia es un libro gozoso: la Biblia tiene varias palabras para la felicidad y el gozo, y las usa frecuentemente. Las palabras hebreas se transcriben como simha, gil y hedad. Las palabras griegas incluyen agalliasis, asmenos, gelos, euphrosyne, eudaimoneo, hedeos, hilaros, makarios, skirtao y chara, y podríamos añadir los términos asociados que derivan de estas palabras.

Dictionary of Later New Testament and Developments, “Joy”; New Dictionary of Biblical Theology, “Joy”.

“Feliz” (bienaventurado) es la primera palabra del libro de los Salmos.

Dictionary of Scripture and Ethics, “Happiness”.

De los cuatro Evangelios, Lucas tiene casi dos veces el número de referencias al gozo (36 referencias) que Juan, que queda en segundo lugar con 20 referencias. El segundo tomo de Lucas, el libro de Hechos, también tiene muchas referencias al gozo. En contraste, Marcos es el Evangelio menos gozoso: solo tiene tres referencias al gozo, y dos de estas son referencias negativas (personas que reciben la palabra con gozo pero después recaen).

Dictionary of Jesus and the Gospels, “Joy”.

El discurso de despedida de Jesús a sus discípulos en Juan 13-17 contiene varias referencias al gozo:

  • 14.28 – “Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre, porque el Padre mayor es que yo.”
  • 15.11 – “Estas cosas os he hablado para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea completo.”
  • 16.20 – “De cierto, de cierto os digo que vosotros lloraréis y lamentaréis, y en cambio el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo.”
  • 16.21 – “La mujer cuando da a luz tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero después que ha dado a luz a un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo.”
  • 16.22 – “También vosotros ahora tenéis tristeza, pero os volveré a ver y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo.”
  • 16.24 – “Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo.”
  • 17.13 – “Pero ahora vuelvo a ti, y hablo esto en el mundo para que tengan mi gozo completo en sí mismos.”

Dictionary of Jesus and the Gospels, “Joy”. Texto bíblico: Reina Valera Revisada (1995) Bible Text (Miami: Sociedades Biblicas Unidas, 1998).

La Biblia nos manda a regocijarnos y deleitarnos en el Señor. “Qué extraño mandamiento, ¿no? Estés feliz, o estarás en problemas….”

Rob Bell, Velvet Elvis, 35.

Jesús y los escritores del Nuevo Testamento repetidamente insisten que los Cristianos deben regocijarse en las pruebas que enfrentan (particularmente la persecución), no solamente regocijarse a pesar de ellas sino también precisamente por causa de ellas (Mt 5.10-12, Ro 5.3, Stg 1.2-3, 1 P 1.6-8). Y los apóstoles practicaron lo que predicaron al respecto. Por ejemplo, vemos a Pablo y Silas cantando en sus celdas en la cárcel en Filipos en Hechos 16.25. Y la carta más gozosa del apóstol Pablo, Filipenses, fue escrita desde la cárcel. En esa carta Pablo ordena a los Filipenses más de una vez a que se regocijen en el Señor (3.1, 4.4). Y Pablo mismo se regocija en el Señor (4.10) y expresa su profundo contentamiento que no depende de las circunstancias en que se encuentra (4.11-13).

En Gálatas 5.22, el gozo es considerado una cualidad de carácter, un fruto que el Espíritu Santo produce en nuestras vidas. Y es el segundo de la lista del fruto del Espíritu, inmediatamente después del amor.

Dictionary of Paul and his Letters, “Joy”.

Desde por lo menos el tiempo de Eclesiastés, los grandes pensadores han notado que cuando una persona pone la felicidad como la meta de su vida, se termina vacía e infeliz. La felicidad no es algo de buscar sino algo simplemente de recibir y celebrar cada vez que entra a la vida de uno.

  • “La felicidad es como una mariposa. Mientras más la persigues, más te elude. Pero si pones tu atención en otras cosas, la felicidad viene y se siente suavemente en tu hombro.” Fuente: Atribuido a Henry David Thoreau en numerosas páginas web de citas.
  • John Stuart Mill: “Los únicos felices son los que tienen sus mentes enfocadas en algún otro objeto y no en su propia felicidad.” (citado en Breakfast with Socrates)

Considere esta pregunta para la reflexión que Platón consideró hace muchos siglos: Si pudiera pasar su vida haciendo nada excepto sentir el placer de rasgar un picazón sin parar, ¿estaría feliz? Platón llegó a una conclusión negativa, que lo que deseamos es que el picazón deje de estorbarnos, aunque el acto de rasgarlo nos trae el placer del alivio. Pero ¿cuántas personas prefieren retenter los ‘picazones’ en sus vidas (las adicciones, las obsesiones, etc), en lugar de ser curadas?

Una famosa tradición reformada del siglo XVI puso el gozo al mero centro del significado de la vida. El Catecismo Mayor de Westminster dice que “El fin principal y más noble del [ser humano] es el de glorificar a Dios, y gozar de él para siempre.”

Muchos de los gozos más grandes de la vida son momentos de alivio del sufrimiento: rasgar un picazón, sentir calor después de estar en el frío, triunfar después de muchos fracasos. Y cuando somos prósperos por mucho tiempo, nuestra prosperidad nos da menos y menos felicidad, porque nos acostumbramos a ella. Surge la pregunta: ¿Es la experiencia de la felicidad dependiente de la adversidad? Si hubiera una situación sin ninguna adversidad (p. ej. el cielo), ¿llegaría a ser aburrida y sin gracia?

Los filósofos han llegado a conclusiones contradictorias acerca de la felicad y como obtenerla:

  • Algunos filósofos antiguos vieron la felicidad como una especie de tranquilidad o descanso: cuando una persona gobiera sus metas y deseos conflictivos para que trabajen en armonía, la persona está en paz y ya no es agitado por ellos.
  • En cambio, Aristóteles dijo que la felicidad es el resultado, no del descanso sino de la actividad, de realizar la potencial de uno como ser humano. “Nietzsche, en Más allá del bien y el mal: buscar el descanso es desear ser tranquilizado o adormecido. Pero hay una emoción y una exhilaración que viene al ser inquieto por las metas conflictivas y levantarse al desafío de ellos, de usar aún la tensión del conflicto como motivación. Una persona fuerte recibirá bien a los resultados de la frustración y la insatisfacción.” Fuente de la idea y también de la cita: A Brief History of Happiness, Nicholas White. Número de página desconocido.

El Hedonismo y el Epicureísmo son dos filosofías antiguas que enseñaban que el placer debe ser la meta principal de la vida. Pero el Hedonismo se enfocaba más en maximiar la experiencia del placer, mientras el Epicureísmo, por lo menos en su forma original, se enfocaba también en minizar el desagrado y el dolor. Así que un hedonista podría buscar los placeres físicos de las orgías sexuales y las borracheras, pero un Epicureísta buscaría los placeres sencillos de, por ejemplo, la amistad y la jardinería, porque decía que el uso descontrolado de la sexualidad y del consumo de alcohol agitaba el alma y traía consecuencias dolorosas.

El utilitarismo es una filosofía que dice que las personas deben vivir de una manera para traer la máxima cantidad de felicidad al máximo número de personas. Una objeción al utilitarianismo es que frecuentemente uno no puede saber de antemano la cantidad de felicidad que una acción traerá, así que no es una guía útil para la toma de decisiones cotidianas. Otra crítica es que los diferentes tipos de felicidades son difíciles de comparar: “¿Cómo comparas los placeres de los diferentes dominios? ¿Cuántas duchas calientes dan la misma cantidad de placer de un concierto? ¿Es el placer de escuchar un chiste gracioso mayor al placer provisto de un día soleado?”

La cita es de Nicholas White, A Brief History of Happness, número de página desconocido.

“La felicidad no viene de tener mucho de qué vivir, sino de tener mucho para qué vivir.”

Atribuido a Tyrone Edwards, fuente desconocida.

La Declaración de Independencia de los Estados Unidos dice que la búsqueda de la felicidad es un derecho inalienable de toda persona. Pero ¿debemos como seres humanos buscar la felicidad? Según un artículo acerca de la felicidad, la búsqueda de la felicidad como fin en si mismo “tiende a debilitar los lazos entre las personas y denigar la preocupación social y corporativa. Esto pone a las personas mutuamente en contra, en competición para los recursos de una felicidad individualmente perseguida.”

Dictionary of Pastoral Care and Counseling “Happiness”, 494

“‘…el que tiene misericordia de los pobres es bienaventurado’ (Proverbios 14.21). La generosidad produce contentamiento. Tener la compasión que impulsa a uno a responder a las necesidades de los desposeídos y los que no pueden reciprocar es conocer la calidad de vida que Dios mismo posee.”

Fuente: Evangelical Dictionary of Theology, “Happiness”, p. 493

Hay toda una área de investigación académica llamada “La economía de la felicidad” que intenta investigar, medir y promover la felicidad a un nivel societal.

Según Pascal, «Todos los hombres buscan la manera de ser felices. Esto no tiene excepción...Es el motivo de todos los actos de todos los hombres, hasta de aquellos que se ahorcan.»

André Comte-Sponville, La felicidad, desesperadamente, 11.