Los comentaristas debaten si en Marcos las referencias al temor y asombro son positivas (las personas están maravilladas e impactadas por los milagros y enseñanzas de Jesús) o si son negativas (las personas reaccionan con un temor superficial o con un asombro superficial que no produce un cambio dentro de ellos).
4.41 | Entonces sintieron un gran temor, y se decían el uno al otro: - ¿Quién es este, que aun el viento y el mar lo obedecen? |
5.17 | Entonces comenzaron a rogarle que se fuera de sus contornos. |
5.33 | Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él y le dijo toda la verdad. |
6.48-50 | Viéndolos remar con gran esfuerzo, porque el viento les era contrario, cerca de la cuarta vigilia de la noche vino a ellos andando sobre el mar, y quería adelantárseles. Viéndolo ellos andar sobre el mar, pensaron que era un fantasma y gritaron, porque todos lo veían, y se asustaron. Pero en seguida habló con ellos, y les dijo: - ¡Tened ánimo! Soy yo, no temáis. |
6.51 | Subió a la barca con ellos, y se calmó el viento. Ellos se asustaron mucho, y se maravillaban... |
9.6 | No sabía lo que hablaba, pues estaban asustados. |
9.32 | Pero ellos no entendían esta palabra, y tenían miedo de preguntarle. |
10.32 | Iban por el camino subiendo a Jerusalén. Jesús iba delante, y ellos, asombrados, lo seguían con miedo. |
11.18 | Lo oyeron los escribas y los principales sacerdotes, y buscaban cómo matarlo, porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba admirado de su doctrina. |
12.34 | Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: - No estás lejos del reino de Dios. Y ya nadie se atrevía a preguntarle. |
16.5-6 | Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca, y se asustaron. Pero él les dijo: - No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado. Ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde lo pusieron. |
16.8 | Ellas salieron huyendo del sepulcro, porque les había entrado temblor y espanto; y no dijeron nada a nadie, porque tenían miedo. |
1.22 | Y se admiraban de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. |
1.27-28 | Todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: - ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus impuros, y lo obedecen? Muy pronto se difundió su fama por toda la provincia alrededor de Galilea. |
2.12 | Entonces él se levantó y, tomando su camilla, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron y glorificaron a Dios, diciendo: - Nunca hemos visto tal cosa. |
5.20 | Él se fue y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban. |
5.42 | Inmediatamente la niña se levantó y andaba, pues tenía doce años. Y la gente se llenó de asombro. |
6.2-3 | Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndolo, se admiraban y preguntaban: - ¿De dónde saca este estas cosas? ¿Y qué sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? ¿No es este el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? |
6.51 | Subió a la barca con ellos, y se calmó el viento. Ellos se asustaron mucho, y se maravillaban... |
7.37 | Y en gran manera se maravillaban, diciendo: - Bien lo ha hecho todo; hace a los sordos oir y a los mudos hablar. |
9.15 | En seguida toda la gente, viéndolo, se asombró; y corriendo a él, lo saludaron. |
10.24 | Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: - Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios a los que confían en las riquezas! |
10.26 | Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: - ¿Quién, pues, podrá ser salvo? |
10.32 | Iban por el camino subiendo a Jerusalén. Jesús iba delante, y ellos, asombrados, lo seguían con miedo. |
11.18 | Lo oyeron los escribas y los principales sacerdotes, y buscaban cómo matarlo, porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba admirado de su doctrina. |
12.17 | Respondiendo Jesús, les dijo: - Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaron de él. |
12.37 | »David mismo lo llama Señor; ¿cómo, pues, es su hijo?». Y gran multitud del pueblo lo oía de buena gana. |
15.5 | Pero Jesús ni aun con eso respondió, de modo que Pilato quedó muy extrañado. |
15.39 | Y el centurión que estaba frente a él, viendo que después de clamar había expirado así, dijo: - ¡Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios! |
Texto bíblico: Reina Valera Revisada (1995) Bible Text (Miami: Sociedades Biblicas Unidas, 1998)