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Un panorama de algunos aspectos de los hábitos

  • Aristóteles y la neurociencia
    • Según Aristóteles, formamos una huella en nuestro ser cada vez que repetimos una acción. Con mucha repetición, la huella se vuelve más profunda, y es cada vez más difícil que la rueda salga de la huella - más difícil salir del hábito.
    • Los hábitos que se han integrado a nuestro ser se llaman virtudes y vicios. Ellos constituyen nuestra 'segunda naturaleza' - la naturaleza que formamos encima de la naturaleza que recibimos al nacer.
    • La neurociencia moderna ha comprobado la teoría de Aristóteles. Cada vez que repetimos las acciones, formamos, fortalecemos y endurecemos conexiones entre cadenas de neuronas en nuestro cerebro.
  • Acerca de los hábitos
    • Los hábitos tienen una buena función: convertir las acciones que hacemos con frecuencia en acciones que hacemos por instinto, sin pensarlo. Esto alivia la carga para nuestros cerebros. No tenemos que concentrarnos en todas las cosas que hacemos.
    • Cada hábito tiene tres partes:
      • La señal - algo que crea un antojo en nosotros para una recompensa
      • La rutina - la(s) acción(es) que tomamos
      • La recompensa - lo que esperamos lograr con nuestra rutina.
    • Dos ejemplos:
      • Ver el logotipo de la pizzería en un anuncio (señal) > Ordenar pizza (rutina) > Disfrutar el delicioso sabor de la pizza (recompensa)
      • Sentir una capa de guácala en tus dientes (señal) > Lavarte los dientes (rutina) > Sentir los dientes limpios, mas la frescura de la menta de la pasta de dientes (recompensa)
    • Las señales pueden ser cualquier cosa que provoca un antojo en nosotros: una imagen (el logotipo de la pizzería), un sonido (las alertas en tu celular), un lugar (llegar a tu trabajo), una hora del día (la puesta del sol), una emoción (temor), o una sensación física (la capa de guácala)
    • Las rutinas pueden ser acciones internas (lo que pensamos o sentimos) o externas (lo que hacemos)
    • Las recompensas son cualquier cosa que te hace sentir 'menos peor' (alivio de dolores físicos, emocionales, mentales e interpersonales) o 'más mejor' (sensaciones físicas, emociones positivas, la satisfacción intelectual y la felicidad mental)
  • El elefante, el jinete y el camino
    • ¿Cómo explicamos el hecho de que parecemos ser dos personas distintas?
      • Una parte de nosotros hace resoluciones para cambiar nuestra conducta para el año nuevo. Pero en menos de una semana, estas resoluciones típicamente se han olvidado, porque otra parte de nosotros rehusa realizar los cambios.
      • Una parte de nosotros sabe que debe comer más saludablemente, pero a otra parte te da asco la lechuga, y quiere dulces y comida chatarra.
    • Explicaciones famosas
      • Las películas de Hollywood: un ángel y un demonio parados sobre nuestros hombros, susurrando en nuestros oídos
      • Sigmund Freud: el ego atrapado entre las sugerencias del id y el superego
    • Explicaciones bíblicas
      • Por un lado, el diablo, el pecado y el mundo nos jalan hacia el mal. Esto es verdad.
      • Por otro lado, el Espíritu Santo habla a nuestra conciencia, jalándonos hacia el bien. Esto también es verdad.
    • No negamos estas verdades de la Biblia. Son una parte importante de este asunto. Pero vamos a enfocarnos en un modelo que nos ayuda a entender la parte humana de todo esto.
    • Se han identificado dos sistemas de pensamiento en nosotros. Chip Heath y Dan Heath han usado la ilustración de un elefante y un jinete para explicar estas dos maneras de pensar.
      • El primer sistema es como un elefante. Actúa rápidamente, reacciona por instinto, es fuerte y puede seguir en autopiloto a largo plazo sin sudar. Pero el elefante es caprichoso, fácilmente distraído por las emociones y los deseos (¡chocolate! ¡música! ¡colores!).
      • El segundo sistema es como un jinete que va sentado sobre el elefante. Es bueno para la concentración, la atención, la lógica, el pensamiento, la planeación a largo plazo, las creencias e ideas, y la toma de decisiones. Pero el jinete es lento en actuar, porque quiere analizar todo antes de decidir. Se confunde rápidamente cuando hay muchas opciones y mucha información. Requiere mucha energía, y se agota rápidamente. El jinete es débil en comparación con el elefante. Cuando el jinete quiere cambiar la dirección del elefante, el elefante lo puede resistir.
    • Somos tentados a asumir que el jinete somos nosotros, el protagonista, el bueno de la película. Y vemos al elefante como algo fuera de nosotros, el antagonista, el malo de la película. Pero los dos son partes de nostros. Los dos son buenos, y los dos tienen sus respectivas debilidades. Los dos nos pueden ayudar a cambiar si los entendemos bien.
    • El elefante es el sistema activo por defecto, y es la combinación de los instintos naturales con que nacimos, y los instintos aprendidos, es decir, la segunda naturaleza que hemos formado por los hábitos
    • El jinete se activa cuando enfrentamos algo sorprendente o problemático. Resuelve los problemas que aparecen, hasta que la emergencia ya ha pasado, y en seguida regresamos a la calma del primer sistema, donde el elefante avanza sin problemas.
    • Según Heath y Heath, necesitamos aprender a 'motivar al elefante', 'dirigir al jinete' y 'limpiar los obstáculos en su camino.'

Consejos prácticos

  • 1. Consejos basados en un cambio de perspectiva
    • a. Dejar de confiar en tu fuerza de voluntad - Muchos piensan de que si aprietan los dientes y se esfuerzen más, que lograrán el cambio. Esto puede funcionar en una emergencia de corto plazo, pero no para cambiar los hábitos que es una lucha a largo plazo. Es creer que el jinete puede ser más fuerte que el elefante a largo plazo. Pero si procedemos de manera inteligente, no necesitaremos tanto esfuerzo.
    • b. Buscar la emoción para motivar al elefante - El elefante no responde a estadísticas, presentaciones PowerPoint, o argumentos lógicos. Lo que lo mueve es la emoción. La ruta al cambio no es 'analizar, pensar, cambiar', sino 'ver, sentir, cambiar.' Usa palabras emotivas, fotos y dibujos, narrativas, ejemplos, participación directa, los cinco sentidos - cualquier cosa visual y visceral para impactar al elefante con lo malo del problema y lo bueno que resultará al cambiar.
    • c. Reducir el cambio a sus pasos más pequeños / identificar la siguiente acción - Éste es un consejo general para la productividad: Dividir es conquistar. Muchas tareas no son tareas, sino proyectos - series de varias tareas pequeñas. La grandeza y la ambigüedad de las tareas nos pueden intimidar. Parecen grandes, y a veces ni sabemos cuál es la siguiente acción concreta que debemos realizar para avanzar. Pero si podemos reconocer que es un proyecto e identificar el siguiente paso accionable, habremos reducido algo intimidante en algo alcanzable. Convierte un hábito ambiguo como 'Quiero orar más' en algo medible como "Cada día oraré por diez minutos con una lista de peticiones y una lista de gratitudes". Un paso pequeño puede ser lo suficiente para darte el ánimo que necesitas; muchas personas usan las alarmas de un reloj de cocina para motivarse. Saben que si pueden comprometerse a una tarea por 10 minutos, muchas veces pueden seguir más allá de los diez minutos, porque ya superaron la flojera y tienen el impulso o ímpetu para seguir.
    • d. Usar la matemática / visualizar el futuro que te espera si no cambias - La meta de este consejo es tener una imagen clara y concreta de tu futuro, si no cambias. ¿Dónde estarás en 10 años si no cambias? ¿Qué oportunidades habrás perdido? ¿Qué cosas podrías haber hecho si hubieras cambiado hoy? Mientras más concreta y visual la imagen, mejor. Visita una persona que ha tomado las decisiones que estás tomando, para ver de cerca las consecuencias en su vida. Convéncete que no quieres terminar así. La matemática nos puede ayudar mucho con relación a este consejo. Si pagas 15 pesos diarios para comprar comida chatarra, 15 x 365 x 10 = en diez años habrás gastado $54.750 pesos. Imagina qué podrías hacer con ese dinero. Úsalo como meta para motivarte.
    • e. Motivarte con tu futuro en Dios - El Nuevo Testamento usa esta estrategia muchas veces, por ejemplo en 1 Juan 3.3, 2 Pedro 1.10-11, y 2 Pedro 3.14. Algún día veremos a Jesucristo cara a cara, y le entregaremos el fruto de la vida que llevamos. ¿Cuánto fruto habrá de tu vida para entregar a Cristo? ¿Será fruto de calidad o fruto manchado y mediocre? Usa esta imagen, de aparecer delante del Salvador, no para desanimarte con sentimientos de culpabilidad o temor, sino para motivarte de manera positiva - ¿cómo puedo mejorar mis hábitos para ser más productivo en mi caminar con Cristo, y así agradarlo a Jesús en el día final, hacerle sonreír, en lugar de decepcionarlo?
    • f. Motivarte con tu pasado en Dios (la gratitud) - Somos dados a enfocarnos en lo negativo, y quejarnos de las injusticas de nuestras vidas. Se nos olvida de todo lo bueno que tenemos, las cosas que nos pasan por alto. Pero cuando nos sentamos para hacer una lista de las bendiciones que tenemos en nuestras vidas, algo cambia. Nos llenamos de gratitud, recuperamos nuestra fe en la bondad de Dios, y somos inspirados a proceder con confianza en él hacia los mejores hábitos. Hasta hay muchos ateos que reconocen este factor, y usan 'diarios de gratitud' cada día para recordar lo bueno y sentirse inspirados al cambio positivo.
    • g. Motivarte con tu identidad en Dios - Nuestra identidad es un buen motivador. Los anuncios te tratan de convencer que si compras éste u otro producto, serás una persona culta, inteligente, exitosa, profesional, guapa, etc. La Biblia está llena de motivaciones que tienen que ver con nuestra identidad. Podemos resumir mucho de la ética de Biblia en dos frases: 'Sé lo que eres' y 'Ya no seas lo que eras'. Unos ejemplos: 'Eres un hijo de Dios - actúa como actúan los hijos de Dios.' 'Eres una persona redimida - ya no debes vivir como esclavo al pecado.' 'Eres un embajador de Dios y un ciudadano del cielo - representa a Dios y a tu patria espiritual con dignidad y honradez.' Es cuestión de usar nuestra imaginación para vernos como estas cosas, y considerar las implicaciones de la identidad que Dios nos ha dado en Cristo.
    • h. Dar vuelta a tu amor y tu odio - A final de cuentas, el desarrollo de los hábitos se trata de llegar a evitar las cosas que nos han atraído, y amar las cosas que antes nos repulsaban. El apóstol Pablo habla de 'huir' de cosas dañinas y 'esmerarnos en seguir' las cosas beneficiosas (1 Timoteo 6.11, 2 Timoteo 2.22). Muchos de los consejos en esta guía son motivaciones para ayudarnos a odiar lo que nos perjudica y amar lo que nos ayuda. No es fácil. Se requiere dar vuelta a nuestra perspectiva y nuestros gustos. Pero una advertencia: que no aborrezcamos las partes buenas de los hábitos que necesitamos eliminar, y que los hábitos nuevos no lleguen a ser nuevas compulsiones que tarde o temprano necesitamos resistir también. Puede ser que hoy necesitamos cortar nuestras tarjetas de crédito y aprender a leer más. Pero los libros pueden llegar a ser una compulsión, y en el futuro puede que necesitamos aprender a usar las tarjetas de crédito sanamente. Necesitamos desarrollar la sabiduría - la habilidad de discernir el uso correcto de las cosas - la acción correcta, en la cantidad precisa, en el momento preciso, de la manera apropiada.
  • 2. Consejos basados en acciones o rutinas nuevas
    • a. La oración y la dependencia de la gracia - Estás leyendo una lista de consejos prácticos que puedes tomar. Pero nuestra énfasis en lo práctico no es ningún sustituto para la gracia de Dios. Al final, ningún esfuerzo humano dará resultados si Dios no lo bendice. ¡Cuántas veces me he frustrado esforzándome sin orar, y al orar, ver las puertas abrirse delante de mí, y sentir las cargas sobre mis hombros derritiéndose! En realidad, es algo hermoso reconocer que podemos acudir a un Dios compasivo y poderoso que quiere bendecirnos, que no estamos esforzándonos a solas. La oración no es cuestión de manipular a Dios, como las personas que echan latigazos en sus espaldas para que Dios o María tengan misericordia de ellos. La oración es una humilde petición a nuestro Creador y Redentor, sin exigir, sin suponer nada. Cristo oró a su Padre, "Si es tu voluntad..." Cuando Dios responde con un 'No' o un 'Aún no', aceptamos su voluntad y seguimos adelante con lo que ya tenemos. Y cuando responde favorablemente, le agradecemos, y le alabamos, celebrando nuestra alegría con los demás ('Mira lo que Dios hizo por mí').
    • b. Ajustar las partes del ciclo de hábitos - Para superar los malos hábitos, la regla básica es: poner otra rutina entre la señal y la recompensa. Un ejemplo: si tu señal es ganas de fumar, y tu recompensa es tener una boca ocupada, sustituye chicle en lugar de cigarrillos para la rutina. Y para añadir un nuevo hábito bueno, la regla básica es: escoger una señal y una recompensa para acompañar el hábito que quieres cultivar. Por ejemplo, si nunca has podido tener un tiempo devocional cada día, leyendo la Biblia y orando a diario, escoge una señal ('antes del desayuno', o 'al llegar del trabajo') y una recompensa ('poder decir sí cuando mi familia me pregunta diariamente si tomé tiempo para los devocionales') para acompañar este hábito, para hacerlo más fácil de integrar a tu vida.
    • c. Instrucciones sencillas para el jinete - Dijimos que el jinete se paraliza, analizando los problemas y buscando tener toda la información antes de decidir. Además, cuando hay mucha información, el jinete se confunde fácilmente. No puede guardar mucha información en su mente a la vez. Por esto es bueno formar lemas breves y llamativas como instrucciones fáciles. 'Comprar leche 5%', '60 ejercicios por día', 'Ni un trago más', 'Media hora los domingos para planear mi semana'. Si puedes convertirlo a música, mucho mejor. Si las corporaciones usan frases musicales para hacerte recordar de sus productos (♪ genoprazol para.... ♪), tú puedes usar la misma táctica para recordar los nuevos hábitos que quieres formar.
    • d. Usar un guión - Para todos los proyectos de cambiar hábitos, habrá obstáculos y problemas en su camino. Es bueno anticipar problemas, y formar y memorizar planes para enfrentarlos. Se usa la palabra 'guión' porque es como el guión que un actor usa para memorizar sus líneas. ¿Qué haré, paso por paso, si ocurre esta situación mientras intento cambiar mis hábitos? ¿Qué diré cuando me pregunten sobre los cambios? ¿Qué diré para pedir la ayuda de mis amigos? ¿Cómo responderé cuando sienta este antojo? ¿Cómo me motivaré cuando estoy cansado? Anticipa. Escribe. Memoriza. Y no te preocupes: no necesitas guiones para todos los escenarios imaginables, sólo para los momentos críticos y difíciles que sabes que enfrentarás.
    • e. Convertirlo en un juego - Éste es uno de mis consejos favoritos. ¿Hay una manera de convertir algo difícil en un juego que me divierte? Puedes competir contra ti mismo: '¿Cuantas partes de mi meta puedo cumplir, en cuánto tiempo, con menos errores y fracasos?' Puedes marcar tu progreso, y darte premios reales o simbólicos. Un alumno en el doctorado se dio el reto de escribir dos páginas por día de su tésis, por 90 días. Cada día que lograba esa meta, añadía parte de una foto a un póster. Al llegar los 90 días, el póster estaba completo - una foto de él, con la ropa de graduación puesta.
    • f. Aprender las nuevas habilidades necesarias - A veces no podemos superar un hábito o adquirir un hábito nuevo, porque no sabemos qué hacer. Necesitamos adquirir ciertos conocimientos y habilidades antes de poder atacar nuestro problema. 'Eliminar mis deudas' no será una meta alcanzable hasta que aprendas a hacer un presupuesto y reconciliar tus estados de cuenta. La meta de 'ser mejor alumno y mejorar mis calificaciones' requiere habilidades como manejar Word, tomar buenas notas, escribir a máquina rápidamente, etc. Es cuestión de preguntarte, ¿qué conocimientos previos necesito para avanzar? ¿qué habilidades previas necesito adquirir? ¿Cuánto me costará? ¿Cuánto tiempo necesitaré? ¿Quién me puede ayudar? ¿Hay instituciones que brindan ayuda a las personas con mis metas? ¿Dónde puedo encontrar esta información?
    • g. La 'práctica deliberada' - Cuando tus hábitos tienen que ver con temores, la práctica deliberada es un buen método que se debe considerar. Es enfrentar intencionalmente a los temores de uno, tomando pasos pequeños poco a poco, bajo la supervisión de un experto, hasta llegar a la meta. Uno de los libros mencionó algunas personas que temían los serpientes. En una hora de práctica deliberada, con varias metas pequeñas que superar una por una, ya estaban con grandes culebras sobre sus hombros sin temor. ¡Una hora! Si tienes temor de los eventos sociales, por ejemplo, podrías decidir ir a una fiesta, acompañado de una persona de confianza para apoyarte. Antes de la fiesta podrías escribir y memorizar guiones (qué decir para saludar a una persona nueva, y qué decir para despedirte). Podrías tener la meta de conversar brevemente con tres personas nuevas por cinco minutos cada una. La idea de la práctica deliberada es multiplicar éxitos pequeños para ir ganando confianza paulatinamente.
    • h. Convertirte en científico de ti mismo - Muchos consejos acerca de los hábitos son consejos generales. Pero tú eres único. Nadie te conoce como tú. Sólo tú puedes entenderte lo suficiente para saber qué combinación de estos consejos te pueden ayudar. Conviértete en científico: trata tu nuevo hábito como experimento. Apunta lo que ha funcionado y lo que no. Trata de descubrir otros factores que te están impidiendo el cambio. Haz ajustes a tu experimento y vuelve a experimentar. Si te caes siete veces, levántate ocho. No te castigues por los fracasos. Tampoco busques culpables - Dios, tu suegra, etc. Es mejor aprovechar tus fracasos y minar datos útiles de ellos, datos que puedes usar para llegar más cerca de tu meta.
    • i. Distracción y demora - Hubo experimentos con niños pequeños donde tuvieron que sentarse con malvaviscos deliciosos, y resistir comerlos por 15 minutos para ganar un premio. Los niños que lograron acomodaron sus sillas para no ver los malvaviscos, y se cantaron canciones o pensaban en otra cosa para no pensar en la tentación. Muchos antojos relacionados con los malos hábitos no duran mucho, y sólo es cuestión de distraerse brevemente para que pasen. Una señora iba con sus amigas a Starbucks, pero siempre compraba panes dulces. Ella decidió empezar una conversación con su amiga, precisamente en el momento cuando se acercaban al cajero, que estaba junto a la vitrina con los panes. Así logró olvidarse cada vez de los panes dulces.
    • j. Castigos y recompensas inteligentes - El agricultor usó una zanahoria delante del burro para motivarlo hacia adelante, y un palo en las nalgas para motivarlo desde atrás. ¿Cuáles serían las mejores 'zanahorias' para motivarte a ser menos burro? ¿Alguna actividad que te gusta hacer, como premio por llegar a tu meta por la semana? ¿Cuál sería el palo más preciso para darte ánimo para avanzar? Algunos apartan dinero, y si no llegan a su meta, tienen que donar el dinero al partido político que no les gusta. Lo importante es que deben ser castigos y recompensas que a ti en lo particular te motivan, y deben motivarte precisamente al cambio que necesitas.
    • k. Dieta, descanso y ejercicio - No puedes usar un coche cuando el tanque está vacío o el coche necesita mantenimiento. De la misma manera, mientras menos te cuidas la salud, menos energía tienes para la labor de formar buenos hábitos. Dormir 7-8 horas, tomar suficiente agua, comer saludablemente, hacer unos ejercicios diarios, ayuda mucho (aunque reconocemos que para algunos, estas cosas son precisamente los hábitos que quieren desarrollar...).
    • l. Series o secuencias de hábitos - Cuando quieres formar varios hábitos buenos y son pequeños, es bueno juntarlos como una serie en una rutina. El primer nuevo hábito llega a funcionar como la señal de la segunda, que sirve como señal de la tercera, y así sucesivamente. En inglés, este hábito se llama 'habit-stacking' (apilar o amontonar hábitos).
  • 3. Consejos basados en las personas alrededor de ti
    • a. La iglesia como tu familia espiritual - Acude a los miembros de tu iglesia, porque son tu familia en Cristo. La iglesia es precisamente donde debemos recibir el apoyo que necesitamos (Gálatas 6.2, Hebreos 3.13, Hebreos 10.24-25). Si estás en una iglesia tóxica donde encuentres pleitos y críticas en lugar de apoyo positivo, considera la posibilidad de buscar otra.
    • b. Buscar y estudiar a las personas exitosas - Nuestro instinto natural cuando vemos problemas y errores es querer corregir a las personas que no lo hacen bien. Toda la atención va a la persona problemática. Pero es mucho más eficaz estudiar a las personas que han logrado realizar el cambio deseado: ¿Qué hacen diferente? ¿Cómo ven ellos al problema? ¿Qué nos aconsejan? ¿Qué podríamos reproducir o replicar en nuestras vidas?
    • c. Imitar a las personas exitosas - La imitación de los buenos ejemplos es un valor en la Biblia (p. ej. Filipenses 2.5 y 3.17). Una vez que hemos estudiado lo bueno de ellos, necesitamos imitar sus buenas cualidades en maneras apropiadas para nuestras vidas. Podemos usar a estas personas para nuestra inspiración: ¿Qué haría Jesús en esta situación? ¿Qué haría FULANO? Traduciendo un dicho del inglés, "La imitación es la mejor adulación que podemos dar a una persona." La imitación es un cumplido a la persona imitada.
    • d. Contratar a un coach (entrenador) personal - Puedes pedir la ayuda de un profesional. Hay consejeros, especialistas, terapeutas, pastores, etc, que saben motivarte y saben ayudarte a evitar las trampas más comunes. Hay un costo financiero, pero quedarte en la esclavitud de los hábitos o en la ignorancia y la debilidad de carácter es mucho más costoso. Lo barato sale caro, pero las cosas buenas valen cualquier precio que tenemos que pagar (Mateo 13.44).
    • e. Convertir a tus cómplices en tus 'fans' - La presión de los amigos es poderoso. Hasta a veces no nos damos cuenta de la influencia sútil que tienen en nuestras vidas. ¿Qué tal si puedes reclutar a los mismos que hasta la fecha han sido de mala influencia? Imagina los beneficios de convertirlos para que dejen de ser 'compañeros en el crimen' y empiecen a ser personas que te apoyen con porras en tu deseo de cambiar. Pero no lo presentes de una manera que los haga sentirse rechazados o juzgados por ti. No quieres ofender innecesariamente o cerrar las puertas. Explícales que no los amas menos, pero quieres que sean tus amigos en este cambio que necesitas en tu vida.
    • f. Distanciarte de las personas dañinas - Éste es un remedio drástico - si hay personas que rehusan ayudarte a cambiar, y son una fuerte influencia mala para ti, puede ser que necesites distanciarte de ellos (Salmo 1.1, 1 Corintios 15.33, 2 Tesalonicenses 3.6). La calificación del consejo anterior se aplica aquí también. No es cuestión de condenarlos, es cuestión de hacer lo necesario para tu bienestar.
  • 4. Consejos basados en cambios a tu ambiente
    • a. Remover las señales y recompensas dañinas del camino - Puedes eliminar las recompensas o las señales que te debilitan: cortar las tarjetas de crédito, eliminar apps del teléfono, donar los dulces que tienes en la casa, o en casos extremos, es posible que necesite soluciones más drásticas: cambiarte de trabajo o trasladar a otra ciudad. Jesús dijo, 'Si tu mano te ofenda...' Pero estas soluciones a veces no son posibles o no son soluciones sabias. Con cuidado con este consejo.
    • b. Poner distancia entre ti y las señales y recompensas dañinas - Si no puedes eliminarlas, intenta hacerlas más difíciles - poner la tele en otro cuarto, y esconder el control remoto; apagar las notificaciones de las redes sociales, tomar otra ruta al trabajo, usar trastes más pequeños. Ojo: una desventaja de esta estrategia es que puedes llegar a depender de ella, y te puedes volver indefenso en momentos cuando no puedes ocultar las señales y recompensas.
    • c. Añadir señales buenas al camino - Puedes usar recordatorios como señales - alertas en tu teléfono, pósteres motivacionales, notas en la puerta de tu casa, listas de tareas y rutinas. Ojo: una debilidad de esta estrategia es que estos recordatorios se te vuelven invisibles después de un tiempo.

Fuentes

  • Duhigg, C. (2012). The Power of Habit. New York. Random House.
  • Heath, C. & Heath, D. (2010). Switch: How to Change Things When Change Is Hard. New York. Random House.
  • Medina, J. (2011). Brain Rules. Seattle, WA. Scribe.
  • Patterson, K., et al. (2011). Change Anything: The New Science of Personal Success. New York. Grand Central Publishing.
  • Scott, S. J. & Green, J. (2017). Habit Stacking. Pasadena, CA. Oldtown Publishing LLC.