1.6 | Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. |
1.8 | Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios |
1.13-14 | Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús. Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros. |
2.1-3 | Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. |
2.7 | Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo. |
2.8 | Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio |
2.14-16 | Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes. Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. |
2.22-25 | Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas. Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad |
3.14 | Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; |
4.1-2 | Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. |
4.5 | Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio. |
4.9 | Procura venir pronto a verme |
4.11 | Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio. |
4.13 | Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos. |
4.15 | Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras. |
4.19 | Saluda a Prisca y a Aquila, y a la casa de Onesíforo. |