Fuentes: Dale C. Allison, The Sermon on the Mount: Inspiring the Moral Imagination. (New York: Herder & Herder, 1999), 112-134; Hans Dieter Betz, The Sermon on the Mount. (Minneapolis: Fortress Press, 1995), 369-415; William Hendriksen, The Gospel of Matthew: New Testament Commentary. (Grand Rapids: Baker, 1973), 324-339; John R. W. Stott, The Message of the Sermon on the Mount. (Downer's Grove, IL: ~InterVarsity Press, 1978), 145-152;
Jesús esperaba que sus discípulos usaran el Padrenuestro todos los días. Vemos esta expectativa en la línea, "El pan de cada día dánoslo hoy."
A primera vista, el Padrenuestro no parece ser una oración muy organizada o comprensiva. No parece ser la mejor oración que Jesús pudiera componer para el uso diario de sus discípulos. El Padrenuestro no menciona a Jesús o al Espíritu Santo, no menciona la cruz o la resurrección, no menciona la salvación o la justificación, y no menciona la unidad, la fe, o el amor. Tampoco da gracias a Dios - solamente pide cosas de Dios.
En el Evangelio de Mateo, inmediatamente antes de compartir el Padrenuestro con sus discípulos, Jesús les dice que no oraran en vanas y vacías repeticiones como hacen los inconversos (Mateo 6.7). Sin embargo, muchos Cristianos oran el Padrenuestro de esa manera, en autopiloto, sin pensar en lo que están orando.
Traducciones modernas de la Biblia omiten la última línea del Padrenuestro ("porque tuyo es el reino y el poder y la gloria") en Mateo 6. Véase La exclusión de la doxología del Padrenuestro para ver por qué se cree que esta línea no fue parte del texto original del Evangelio de Mateo.
Es interesante que justo antes del Padrenuestro, en Mateo 6.6, Jesús dice que sus seguidores deben orar en secreto para que otros no los vean, no en público para llamar atención a si mismos. Sin embargo, el Padrenuestro está escrito en el plural ("nosotros", "nuestro"), no en el singular ("yo", "mi"). Hasta las oraciones en privado se oran con la mirada en todo el pueblo de Dios. Oramos como miembros de la familia de Dios, no solo como individuos.
Hay seis peticiones en el Padrenuestro. La última petición se expresa negativa y positivamente. Están divididas en dos grupos de tres, tres peticiones por las cosas de Dios ("tu" nombre, reino, y voluntad), y tres peticiones por las cosas del orador ("nuestro" pan, perdón, y protección).
1. Santificado sea tu nombre 2.Venga tu reino 3. Hágase tu voluntad | 4. El pan de cada día dánoslo hoy 5. Perdónanos nuestras déudas 6. No nos metas en tentación, mas líbranos del mal |
Las primeras tres peticiones del Padrenuestro son paralelas y más o menos sinónimas:
Este paralelismo ha sido ocultado por la tradición de la iglesia de poner una pausa entre la primera petición y la segunda.
El vocabulario de "cielo y tierra" forma un marco o inclusio alrededor de las primeras tres peticiones del Padrenuestro. Antes de las peticiones viene "Padre nuestro, que estás en los cielos", y después de las peticiones viene "como en el cielo, así también en la tierra." Esta oración reconoce la gran discrepancia entre lo ideal y lo real. Esta oración anhela una renovación global para que la realidad en la tierra se conforma a la perfección celestial.
Si omitimos la doxología del Padrenuestro, notamos un descenso gradual a través de la oración: el Padrenuestro empieza con Dios el Padre en el cielo. Después el orador expresa su frustración de que la tierra no es como el cielo. Y la oración termina mencionando la influencia del "mal" o "el maligno". El movimiento es de Dios al diablo. El Padrenuestro nos enfrenta con la realidad del mundo bajo el poder de fuerzas malignas, nos deja insatisfechos con el estatu quo, y nos deja con un sabor feo en nuestras bocas, deseando que las cosas cambian.
Hay paralelos entre el Padrenuestro en Mateo 6.9-13 y la Gran Comisión en Mateo 28.18-20:
El Padrenuestro | La Gran Comisión |
---|---|
Santificado sea tu nombre | ...bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo |
Venga tu reino | Haced discípulos de todas las naciones |
Hágase tu voluntad | ...enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado |
Como en el cielo, así también en la tierra | Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra |
El Padrenuestro es una oración misionera. Es una oración que Jesús dio a sus discípulos para que todos los días se acuerdan que mucho falta para que este mundo se conforme a los planes de Dios. Es una oración que compromete al que ora a una vida de alabanza, sumisión, y obediencia a Dios. Y es una oración que compromete al que ora a un ministerio de proclamar, vivir, y extender el reino de Dios en este mundo.
El Padrenuestro, en anhelar que la tierra sea como el cielo, implica que hay un futuro para el planeta tierra. Esto contradice la idea popular que los Cristianos se despedirán de la tierra para siempre para vivir en el cielo por la eternidad. Para más información sobre el futuro de la tierra, véase nuestra presentación ¿Dónde pasaremos la eternidad?.
Yo interpreto las últimas tres peticiones del Padrenuestro como peticiones que Dios ayude a la iglesia a ser parte de la respuesta a las primeras tres peticiones:
Hay paralelos entre el Padrenuestro en Mateo 6.9-13 y la conclusion del mismo capítulo (6.25-34):
La última petición del Padrenuestro contiene dos palabras que pueden ser traducidas de diferentes maneras. Este hecho requiere que el lector tome unas decisiones interpretativas.
Ecos del Padrenuestro aparecen en diferentes partes del Nuevo Testamento:
Dale C. Allison, The Sermon on the Mount: Inspiring the Moral Imagination. (New York: Herder & Herder, 1999), 132. Texto bíblico: Reina Valera Revisada (1995) Bible Text (Miami: Sociedades Biblicas Unidas, 1998).