Todos los Evangelios, pero en especial el Evangelio de Marcos, enfantizan los muchos fracasos de los discípulos:
- No entendían las parábolas y otras enseñanzas de Jesús
- No entendían la identidad de Jesús
- Demostraban falta de fe en momentos claves, como cuando la tormenta cayó sobre el barco y Jesús estuvo dormido
- No imaginaban que Jesús podría alimentar a los 5.000
- No querían servir a los demás; discutían entre sí acerca de quién de ellos sería el más importante
- Querían que la ira de Dios cayera sobre los Samaritanos
- Regañaban a Jesús cuando éste profetizaba de su pasión y muerte
- En Getsemaní, los once durmieron a pesar de que Jesús pidió que permanecieran despiertos
- Judas traicionó a Jesús, los once lo abandoraron, y Pedro lo negó tres veces
Los Evangelios enfatizan los fracasos de los discípulos con más de un motivo:
- porque los fracasos de ellos forman un contraste con la perfección de Jesús, y resaltan esta perfección
- porque sirven como ejemplos para animar a futuros discípulos: Dios los usó grandemente a pesar de sus fallas, y puede hacer lo mismo con nosotros.