1.28 | Muy pronto se difundió su fama por toda la provincia alrededor de Galilea. |
1.32-33 | Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le llevaron a todos los enfermos y endemoniados. Toda la ciudad se agolpó a la puerta. |
1.36 | Lo buscó Simón y los que con él estaban, y hallándolo, le dijeron: - Todos te buscan. |
1.45 | Pero, al salir, comenzó a publicar y a divulgar mucho el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera, en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes. |
2.2-4 | inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. Entonces vinieron a él unos trayendo a un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, quitaron parte del techo de donde él estaba y, a través de la abertura, bajaron la camilla en que yacía el paralítico. |
2.13 | Después volvió a la orilla del mar; y toda la gente venía a él, y les enseñaba. |
3.7-10 | Pero Jesús se retiró al mar con sus discípulos, y lo siguió gran multitud de Galilea. También de Judea, de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán y de los alrededores de Tiro y de Sidón, oyendo cuán grandes cosas hacía, grandes multitudes vinieron a él. Entonces dijo a sus discípulos que le tuvieran siempre lista la barca, para evitar que la multitud lo oprimiera, pues, como había sanado a muchos, todos los que tenían plagas se echaban sobre él para tocarlo. |
3.20 | ...y se juntó de nuevo tanta gente que ni siquiera podían comer pan. |
3.31-32 | Entre tanto, llegaron sus hermanos y su madre y, quedándose afuera, enviaron a llamarlo. Entonces la gente que estaba sentada alrededor de él le dijo: - Tu madre y tus hermanos están afuera y te buscan. |
4.1 | Otra vez comenzó Jesús a enseñar junto al mar. Y se reunió alrededor de él tanta gente, que subió a una barca que estaba en el mar, y se sentó; mientras, la gente se quedaba en la orilla. |
5.21 | Al pasar otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió a su alrededor una gran multitud; y él estaba junto al mar. |
5.24 | Fue, pues, con él, y lo seguía una gran multitud, y lo apretaban. |
5.31 | Sus discípulos le dijeron: - Ves que la multitud te aprieta, y preguntas: “¿Quién me ha tocado?”. |
6.14 | Oyó el rey Herodes la fama de Jesús, porque su nombre se había hecho notorio... |
6.31-33 | Él les dijo: - Venid vosotros aparte, a un lugar desierto, y descansad un poco, porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer. Y se fueron solos en una barca a un lugar desierto. Pero muchos los vieron ir y lo reconocieron; entonces muchos fueron allá a pie desde las ciudades, y llegaron antes que ellos, y se juntaron a él. |
6.54-56 | Al salir ellos de la barca, en seguida la gente lo reconoció. Mientras recorrían toda la tierra de alrededor, comenzaron a traer de todas partes enfermos en camillas a donde oían que estaba. Y dondequiera que entraba, ya fuera en aldeas, en ciudades o en campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos y le rogaban que los dejara tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que lo tocaban quedaban sanos. |
8.1 | En aquellos días, como había una gran multitud y no tenían qué comer... |
9.14-15 | Cuando llegó a donde estaban los discípulos, vio una gran multitud alrededor de ellos, y escribas que discutían con ellos. En seguida toda la gente, viéndolo, se asombró; y corriendo a él, lo saludaron. |
10.1 | Levantándose de allí, vino a la región de Judea y al otro lado del Jordán. Y volvió el pueblo a juntarse a él, y de nuevo les enseñaba como solía. |
10.46 | Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él, sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo, el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino, mendigando. |
11.8-10 | También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles y las tendían por el camino. Los que iban delante y los que venían detrás gritaban, diciendo: - ¡Hosana! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosana en las alturas! |
12.37 | »David mismo lo llama Señor; ¿cómo, pues, es su hijo?». Y gran multitud del pueblo lo oía de buena gana. |
Texto bíblico: Reina Valera Revisada (1995) Bible Text (Miami: Sociedades Biblicas Unidas, 1998)