1.41 | Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano, lo tocó y le dijo: - Quiero, sé limpio. |
6.34 | Salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas. |
8.2-3 | Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer; y si los envío en ayunas a sus casas, se desmayarán en el camino, pues algunos de ellos han venido de lejos. |
10.13-14 | Le presentaban niños para que los tocara, pero los discípulos reprendían a los que los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó y les dijo: - Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis, porque de los tales es el reino de Dios. |
10.21 | Entonces Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo: - Una cosa te falta.... |
10.45 | ...porque el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos. |
14.3-6 | Pero estando él en Betania, sentado a la mesa en casa de Simón el leproso, vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho valor; y quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza. Entonces algunos se enojaron dentro de sí, y dijeron: - ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume?, pues podía haberse vendido por más de trescientos denarios y haberse dado a los pobres. Y murmuraban contra ella. Pero Jesús dijo: - Dejadla, ¿por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho. |
Texto bíblico: Reina Valera Revisada (1995) Bible Text (Miami: Sociedades Biblicas Unidas, 1998)