Varias personas en Mateo expresan su adoración religiosa de Jesús. Jesús nunca rechaza esta adoración, en contraste con otras personas y ángeles en la Biblia, que son prontos para rechazar la adoración. La implicación es que Jesús es Dios y es lícito adorarlo.
2.11 | Los magos adoran al niño Jesús |
8.2 | Un leproso se postra delante de Jesús |
9.18 | Un dignitario se postra delante de Jesús |
14.33 | Los discípulos adoran a Jesús cuando calma la tempestad |
15.25 | La mujer cananea se postra delante de Jesús |
20.20 | La madre de los hijos de Zebedeo se postra delante de Jesús |
21.15 | Algunos muchachos en el templo aclaman a Jesús y le dicen "Hosana al Rey." |
28.9 | Las mujeres adoran al Jesús resucitado |
28.17 | Los discípulos adoran a Jesús en el monte antes de recibir la Gran Comisión |
Mark Allan Powell, Fortress Introduction to the Gospels. (Mineapolis: Fortress Press, 1998), 76.