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¿Predijo Jesús que los eventos de los últimos tiempos ocurrirían durante su vida o inmediatamente después de su vida?

  • Jesús dijo que el reino llegaba con él, pero también dijo que el reino es futuro. Esto crea una tensión en las enseñanzas de Jesús acerca del reino y la segunda venida de Jesús.
  • Por un lado, Jesús enfatiza la inminencia del reino, y la necesidad de sus seguidores de estar atentos, vigilando para esperar su venida (Mt 10.23, 16.28 / Mr 9.1 / Lc 9.27).
  • Además, hay varias afirmaciones en los Evangelios acerca del tiempo del reino:
    • Está cerca (Mr. 1.15-Mt. 4.17, Mt. 3.2, Lc. 10.11, Mt. 10.7-Lc. 9.2)
    • Está avanzando (Mt. 11.12-Lc. 16.16)
    • Ya está entre vosotros (Lc. 17.20-21)
    • Ya ha llegado (Mt. 12.28-Lc. 11.20)
    • Algunos de los discípulos verían el reino durante sus vidas (Mr. 9.1-Mt. 16.28-Lc. 9.27)
    • Jesús no celebraría la Santa Cena de nuevo hasta la venida del reino (Lc. 22.16, Mr. 14.25-Mt. 26.29-Lc. 22.18)
  • Cualquier lector naturalmente concluirá que Jesús anunciaba que su segunda venida llegaría durante la vida de sus discípulos.
  • Por el otro lado, hay pasajes en los Evangelios donde Jesús habla de la tardanza o demora de su llegada. En algunas de sus parábolas, el amo llega tarde y los siervos no están listos, o el novio llega tarde y las damas de boda no están listas (Mt. 25.1, 25.5, 25.19, Lc. 17.22, 19.11).
  • Además, Jesús indica en su discurso escatológico que hay ciertos sucesos que tienen que realizarse antes de la segunda venida: guerras y rumores de guerra, falsos profetas, terremotos, la predicación del evangelio a todas las naciones, etc. Jesús advierte que no debemos ser engañados por personas que pretenden ser el Cristo. Da la impresión que su venida tardará mucho.
  • En medio de estos dos extremos (textos acerca de la iminencia y textos acerca de la tardanza), hay otros textos que hablan de nuestro desconocimiento de la hora de su venida. No sabemos, y por eso tenemos que estar alertos. (Mr 13.32, 33, 36; Mt 24.42, 25.13, etc)
  • Para añadir a nuestra confusión, el discurso escatológico (Mt. 24, y paralelos) a veces parece hablar de la destrucción del templo en Jerusalén (que ocurrió en los años 70 del primer siglo), y a veces parece hablar del fin del mundo y la segunda venida de Jesús. Es difícil interpretar este discurso, porque Jesús varias veces alterna entre estos dos temas.
  • Algunos eruditos y otros reconcilian estos datos en maneras que van en contra del testimonio de los Evangelios:
    • Algunos dicen que Jesús pensó que él iba a traer el reino de Dios (un reino político sobre un renovado Israel) al entrar a Jerusalén, pero estuvo equivocado, y murió fracasado porque sus enemigos lo detuvieron.
    • Otros dicen que los Evangelistas inventaron las palabras acerca de la demora, y las pusieron en la boca de Jesús, para explicar por qué Jesús no había venido pronto como había prometido.
    • Otros dicen que la destrucción de Jerusalén y el templo, juntamente con la creación de la iglesia, son la victoria de Jesús y el cumplimiento de sus profecías. Nunca habrá una literal segunda venida de Jesús, pero no es necesario, porque él ya está presente en y por medio de su cuerpo, la iglesia.
  • ¿Cómo reconciliamos esta tensión entre la inminencia del reino y la demora del reino en las enseñanzas de Jesús? No prentendemos tener todas las respuestas acerca de esta pregunta dificil. Simplemente ofrecemos unas pautas para ayudar al estudiante de los Evangelios:
    • Por un lado, los dichos acerca de la inminencia nos recuerdan de todo lo que sí se cumplió y fue inaugurado en el primer siglo:
      • La resurrección de Jesús. Jesús regresó de su muerte tal como prometió.
      • La exaltación de Jesús en su ascensión al cielo y el inicio de su reino sobre todo poder y autoridad
      • En envío del Espíritu Santo y el poder que el Espíritu proveyó a los apóstoles y los primeros Cristianos
      • La rápida difusión del mensaje de Jesús a través del Imperio Romano y la extensión de la iglesia a los Gentiles
      • El amor entre Cristianos y su sacrificio en servicio a otros ofrecen una esperanza a un mundo lleno de orgullo, divisiones y odio.
      • La destrucción del templo y de Jerusalén ocurrió tal como Jesús
    • Por otro lado, los dichos acerca de la demora del reino nos señalan que vivimos entre los tiempos. El reino se ha inaugurado, pero no se ha llegado a realizar en su totalidad. Como dicen los teólogos, vivimos entre el “ya” y el “todavía no” – ya vemos muchas de las bendiciones del reino en nuestras vidas y en nuestro mundo. Pero todavía no vemos la victoria completa de Jesús sobre la maldad:
      • La injusticia y el pecado siguen con mucho poder
      • Los seres humanos todavía sufren y mueren
      • Los Cristianos mismos siguen luchando con las tentaciones
      • Jesús todavía no ha regresado para resucitar a los muertos y juzgar a la humanidad
    • Podemos decir que Jesús introdujo un reino de dos fases, algo que nadie esperaba en su tiempo. La primera fase se cumplió en los eventos de la muerte, resurrección, y ascensión de Jesucristo y la llegada del Espíritu Santo. Pero la última fase está por realizarse todavía. Mientras tanto, los discípiulos de Jesús demuestran con su conducta que Jesús sí ha empezado a reinar – en ellos y entre ellos. Y por su testimonio, en hechos y palabras, el reino de Jesucristo se extiende a nuevas personas y a nuevas áreas de la sociedad.
    • Hay otro concepto que nos puede ayudar: los profetas del AT también luchaban con la paciencia y la demora de Dios en actuar. Y varias veces Dios les comunica que, aunque Dios tarda mucho en actuar, ya cuando actúa, actuará repentinamente, rápidamente (p. ej. Habacuc 2.3). Podemos decir que la tensión en las enseñanzas de Jesús acerca del fin en parte se debe porque él quiere enfatizar ambos lados de esta idea profética.