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El estudio histórico de los Evangelios

Índice principal > Evangelios - actualizada 25 de agosto de 2020 . ¡Comparta esta página!:

Desde el siglo XVIII muchos eruditos se han enfocado en el estudio histórico de los Evangelios. Es decir, han buscado hallar todo lo que se puede decir acerca de Jesús dentro de los límites de las leyes de la investigación histórica y científica. ¿Qué podemos afirmar acerca de Jesús que un historiador usando un método científico no negaría? ¿Qué detalles acerca de Jesús se pueden afirmar como probables usando el método histórico?


El Cristiano confiado de la historicidad de los Evangelios afirma todo lo que ellos dicen acerca de Jesús: que hizo milagros, que fue el Hijo de Dios, y que se resucitó de los muertos, etc. Un historiador tiene que ser más estricto y limitarse a lo que se puede decir con confianza después de aplicar las leyes del método histórico. En parte es cuestión de los límites de su especialidad. Pero en gran parte es problema de presuposiciones equivocadas. Muchos historiadores empiezan asumiendo que Dios no existe, que no hay milagros, etc. Y cuando llegan a los Evangelios están predispuestos a descartar todo lo que no concuerda con sus creencias antisobrenaturales.


Hay lugar para estudios científicos e históricos de la Biblia. Pero el Cristiano debe reconocer que estos son estudios con un uso limitado. En cambio, el Cristiano estudia su Biblia para entender su fe mejor, y resulta afirmando mucho más de lo que pueden afirmar los historiadores.


Las búsquedas del Jesús histórico


Hubo tres movimientos académicos que llamamos las «búsquedas del Jesús histórico». Eran intentos de aplicar los métodos de la historiografía a los Evangelios para llegar al personaje histórico de Jesús de Nazaret detrás de los Evangelios. Las búsquedas preguntaban, «Dentro de los límites de la investigación historiográfica, ¿qué podemos decir con seguridad acerca de Jesús?»


La primera búsqueda del Jesús histórico surgió entre 1850-1900 , cuando muchos eruditos empezaron a dudar la veracidad de los Evangelios. Estos eruditos decían que los apóstoles eran testimonios prejuiciados que no podían producir obras históricas imparciales, porque eran adoradores de Jesús. Así que el retrato de Jesús que encontramos en los Evangelios fue distorcionado por la fe de los autores. El reto era de llegar a un retrato de Jesús imparcial, con fundamentos históricos.

En ese tiempo muchas “Vidas de Jesús” fueron escritos por varios autores.

  • Un problema es que no podían ponerse de acuerdo.
  • Otro problema es que no enfatizaban el aspecto escatológico y apocalíptico de los Evangelios.

Alberto Schweitzer comentó que estos libros comunicaban más acerca de sus autores que acerca de Jesús. Según Schweitzer, los autores parecían haber mirado en el pozo de la historia buscando a Jesús, pero lo que encontraron fue su propio reflejo.

Martin Kähler repudió la idea que uno puede divorciar “el Jesús de la historia” y “el Cristo de la fe.” La fe cristiana no es una fe docética de principios abstractos. El Cristianismo se basa en la historia y depende de la historicidad de lo que dicen los Evangelios.


La segunda búsqueda del Jesús histórico surgió entre 1953-1975, cuando hubo una nueva confianza de parte de algunos eruditos. Ellos afirmaron que los Evangelios podían tener más material auténtico acerca de Jesús, a pesar de que fueron escritos por sus seguidores. Los proponentes más destacados de la segunda búsqueda fueron Ernst Käsemann y Günther Bornkamm.

El movimiento fue influenciado por el existencialismo. El Jesús de estos eruditos parecía un filósofo existencialista, y cuando el existencialismo pasó de moda, la segunda búsqueda perdío su iniciativa.


La tercera búsqueda empezó en los años 80 y sigue hasta el presente, con un nuevo optimismo acerca de la posibilidad de entender a Jesús por medio de los Evangelios. Se aprovecha de estudios sociológicos, culturales y retóricos acerca del tiempo de Jesús.

La tercera búsqueda incluye eruditos conservadores y evangélicos como Ben Witherington III y N. T. Wright, además de los eruditos liberales como los miembros del “Seminario de Jesús”


El Seminario de Jesús


El Seminario de Jesús es un grupo de alrededor de 150 eruditos radicales de norteamérica que se han reunido periódicamente desde 1985 para juzgar la autenticidad de los dichos de Jesús que se presentan en los Evangelios. El Seminario de Jesús llegó a ser famoso en la prensa por causa de sus declaraciones controvertidas y por su método distinto (los miembros votan usando fichas de diferentes colores para representar niveles de autenticidad). Según el Seminario, solo 18% de los dichos de Jesús en los Evangelios son auténticos.


Ben Witherington critica al Seminario así:

  • El Seminario no tiene el apoyo de las asociaciones oficiales de académicos que estudian el Nuevo Testamento.
  • El Seminario fue fundado con el fin de desacreditar a los fundamentalistas, así que fue prejuiciado desde el principio
  • Los fundadores del Seminario han excluido la gran mayoría de los eruditos del NT, especialmente a los eruditos conservadores
  • El Seminario se inclina a favorecer la autenticidad del Evangelio de Tomás, una obra que muchos eruditos rechazan como muy tarde e influenciado por el Gnosticismo

Witherington III, Ben, The Jesus Quest. Downer's Grove IL, InterVarsity Press, 1997, 43-48.


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