Comentario general
En la versión de Lucas, es el intérprete de la ley que hace la pregunta a Jesús, lo contrario de lo que encontramos en Mateo y Marcos. Sin embargo, la versión en Mateo 22.34-40 es mucho más parecida a la versión en Lucas (10.25-28) que a la versión en Marcos (12.28-34): Fuente: Davies, W. D., & Allison, D. C., Jr. (2004). A critical and exegetical commentary on the Gospel according to Saint Matthew (Vol. 3). T&T Clark International, tomo 3, p. 236.Una comparación de Mateo 22.34-40 con Marcos y Lucas *
22.34
Este pasaje es la tercera en una serie de cuatro preguntas difíciles entre Jesús y los líderes religiosos: El clímax de esta serie de preguntas y respuestas es la declaración en 22.46: «Nadie pudo responderle ni una sola palabra, y desde ese día ninguno se atrevía a hacerle más preguntas.» En el pasaje anterior, los saduceos hicieron una pregunta a Jesús. En resumen: Si el esposo de una mujer muere, y se casa con su hermano, y luego él muere, y así sucesivamente la mujer termina siendo esposa de siete hombres a través de su vida, ¿quién será su esposo en el reino de los cielos? Y Jesús respondió explicando que en el cielo no habrá matrimonio. Así que la pregunta, con que los saduceos querían atraparlo, fue irrelevante.
La palabra traducida 'los había hecho callar' es ἐφίμωσεν, que literalmente significa 'les puso el bozal'. No simplemente fue que no dijeron nada, sino que no pudieron decir nada. Los saduceos no veían la manera de responder al argumento de Jesús. Y los fariseos vieron esto y se juntaron aparte para reconsiderar su plan de ataque. No querían quedarse humillados como los saduceos. La expresión que los fariseos 'se reunieron' (συνήχθησαν) es posiblemente una sútil alusión a Salmo 2.2: «Se levantarán los reyes de la tierra, y príncipes consultarán unidos contra Jehová y contra su ungido.» Tanto en Salmo 2 como en Mateo 22, los enemigos de Dios se reunieron para conspirar y decidir lo que harían contra el Mesías.
El contexto de las controversias en Jerusalén *
Pasaje Pregunta Quien hizo la pregunta 22.15-22 ¿Está permitido pagar impuestos al césar o no? Los fariseos 22.23-33 ¿de cuál de los siete será esposa esta mujer, ya que todos estuvieron casados con ella? Los saduceos 22.34-40 ¿Cuál es el mandamiento más importante de la ley? Los fariseos, por medio de un intérprete de la ley 22.41-46 ¿Qué piensan ustedes acerca del Cristo? ¿De quién es hijo? Jesús Resumen del pasaje anterior, que provoca el comentario en 22.34 *
La palabra griega para silenciarlos en Mt 22.34 *
El motivo de los fariseos en juntarse *
Una posible alusión a Salmo 2.2 en Mt 22.34 *
22.35
En un mundo donde no muchos podían leer y escribir, las personas que sí podían, llegaban a tener poder y autoridad. Los escribas eran las personas que sabían leer y escribir y que se dedicaban a eso en sus profesiones. V. 35 dice que el experto “preguntó por tentarle”. Si no fuera por este dicho, no sabríamos que la pregunta vino con malos motivos: Pero sabemos que los fariseos habían intentado atrapar a Jesús con preguntas difíciles en pasajes anteriores en el Evangelio de Mateo. Así que seguramente hubo algún deseo de atrapar a Jesús con esta pregunta también.
Acerca de los escribas *
¿Fue la pregunta en Mateo 22.36 para tentar a Jesús? *
22.36
Hay algunos resúmenes de la ley de Dios en el Antiguo Testamento, también: Ahora debemos notar algo importante aquí: Por un lado, todos los mandamientos de Dios son importantes. Jesús lo afirma en este mismo Evangelio, en Mateo 5.19: De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; Santiago dice algo similar: Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. Entonces, no podemos decir que alguna de las leyes no son importantes. Todas fueron dadas por Dios mismo. Sin embargo, podemos decir que algunas leyes son más importantes en el sentido de más urgentes o más fundamentales o porque tienen mayores consecuencias. No matarás, por ejemplo, es más fundamental que las leyes sobre los trastes o sobre la ropa, porque el acto de matar lleva consecuencias mayores, tanto para la víctima como para el transgresor. Jesús mismo reconoce esta distinción, en Mateo 23.23: ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello. Los judíos hablaban de leyes más pesadas y leyes más ligeras. Jesús estuvo de acuerdo con esta distinción. Sin embargo, Jesús insistió que debemos cumplir con todas estas leyes, como dijo, Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.
Resúmenes de la voluntad de Dios en el Antiguo Testamento *
La tensión acerca de la relativa importancia de los mandamientos *
22.37
La cita en Mateo 22.37 viene de Deuteronomio 6.5. Notamos las tres frases: con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. El amor a Dios no es algo que se puede hacer a medias, o algo que se puede hacer en una parte de la vida y no en las demás partes: El amor a Dios es un compromiso total. Es a cien por ciento. El amor a Dios es un tema importante en el libro de Deuteronomio. Lo menciona diez veces: 7.9; 10.12; 11.1, 11.13, 11.22; 13.3; 19.9; 30.6, 30.16, 30.20. En contraste, y muy sorprendiente, aparte de las tres versiones de este mandamiento, los Evangelios Sinópticos sólo mencionan el amor a Dios en Lucas 11.42: ¡Ay de ustedes, fariseos!, que dan la décima parte de la menta, de la ruda y de toda clase de legumbres, pero descuidan la justicia y el amor de Dios. Debían haber practicado esto, sin dejar de hacer aquello. A pesar de que Jesús pone el amor a Dios como el resumen de la ley y los profetas, Jesús mismo no enfatiza este tema mucho.La cita en Mt 22.37 *
Una comparación entre Deuteronomio 6.5, Marcos, Mateo y Lucas *
Deuteronomio 6.5 Marcos Mateo Lucas Ama al SEÑOR tu Dios
con todo tu corazón
y con toda tu alma
y con todas tus fuerzas. Ama al Señor tu Dios
con todo tu corazón,
con toda tu alma,
con toda tu
y con todas tus fuerzas.Ama al Señor tu Dios
con todo tu corazón,
con todo tu ser
y con toda tu .Ama al Señor tu Dios
con todo tu corazón
con todo tu ser,
con todas tus fuerzas
y con toda tu Marco añade otro artículo
a la lista: la menteMateo retiene 'la mente' de Marcos,
pero parece reducir la lista
a tres artículos
para conformarse
al formato de Deuteronomio.Lucas tiene cuatro
artículos como Marcos,
pero invierte los
últimos dos artículos.El compromiso total del mandamiento de amar a Dios *
El amor a Dios en Deuteronomio vs. en los Evangelios *
22.38
El texto de Mateo 22.38, «Éste es el primero y el más importante de los mandamientos. », no aparece en las versiones en Marcos y Lucas, solo en Mateo. Mateo parece usar este text o para servir como marco alrededor del mandamiento>22.38 únicamente en Mateo *
22.39
Hay varias referencias en la literatura antigua judía que une a los dos mandamientos, el amor a Dios y el amor al prójimo. Jesús no fue el primero en hacer esta conexión. La cita en Mateo 22.39 viene de Levítico 19.18: Ama a tu prójimo como a ti mismo. Este versículo también se cita en Mateo 5.43, de manera distorsionada. Algunos judíos habían añadido 'y odia a tu enemigo' después de 'Ama a tu prójimo' para llegar a 'Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo.' Jesús rechazó este apéndice e insiste limitarse a lo que dice Levítico. Y Jesús enseñó que debemos amar a nuestro enemigo, no odiarlo. Se cita Levítico 19.18 nuevamente en Mateo 19.18-19, en una lista de los mandamientos. El resto de los mandamientos en la lista vienen de los diez mandamientos. La forma en que Jesús presenta estos dos mandamientos, no nos deja lugar para separarlos y preferir o el uno o el otro. Si amas a Dios de verdad, amarás al prójimo, en parte porque el ser humano es imagen de Dios, y en parte porque el Dios que amas ordena el amor al prójimo y al necesitado y al enemigo. Lutero dijo que Dios no tiene necesidad. Así que la única manera de mostrar nuestro amor a Dios es por medio del amor al prójimo en su momento de necesidad. 1 Juan 4.20-21 dice lo siguiente: Si alguno dice: Yo amo a Dios, [pero] aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano. La parábola de las ovejas y las cabras igualmente nos muestra la conexión entre el amor al prójimo y el amor a Dios: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí. Cuando amamos al prójimo, mostramos el nivel de nuestro amor a Dios. Así que cuando Jesús dice que el primero es este, y que hay un segundo que es semejante, no es para decir que el primero es más importante que el segundo. No está hablando de ordenar dos mandamientos por importancia. Está hablando más bien de dos facetas, dos aspectos, de un solo mandamiento.
El amor no consiste solamente en tener un afecto positivo, un sentimiento de benevolencia hacia todo el mundo. El amar consiste en acciones. En un estilo de vida que busca actuar a favor del prójimo, ayudándole en su momento de necesidad. Por esta razón se puede exigir. Es difícil exigir lo que sentimos, pero más fácil exigir lo que hacemos. El prójimo es cualquier persona con quien nos encontramos. Lo vemos claramente en dos otros pasajes: En Mateo 5.43, vemos otro uso de Levítico 19.18 por Jesús. Jesús insiste que el amor al prójimo incluye al enemigo. No sólo amamos a nuestros amigos y familiares como hacen los demás. Vamos más allá y mostramos amor hasta a nuestros enemigos. ¿Pero quiénes eran los enemigos de los Judíos? Los Judíos decían que el prójimo era cualquier compañero judío. Pero los Gentiles, los de afuera, eran los enemigos, y los Judíos no se sentían ninguna obligación amarlos a ellos. En respuesta, Jesús quiere ampliar la definición del prójimo para incluir a las personas de otras razas, otros países y otras culturas. La parábola del buen Samaritano (Lucas 10.25-37) enseña lo mismo: en esta parábola, Jesús enseña que no se puede limitar la definición del prójimo para excluir a ciertos grupos de personas. Necesitamos ser bondadosos a todos.
En varias ocasiones he escuchado sermones donde este mandamiento se usa como una orden de amarnos a nosotros mismos. Dicen que no podemos amar a otras personas como a nosotros mismos si no nos amamos a nosotros mismos. Y así convierten este pasaje en un sermón sobre la autoestima. Ahora, es cierto que algunas personas necesitan el alivio que Dios les puede dar para sanar su baja autoestima. No voy a criticar los intentos de ayudar a las personas que sufren de eso. El problema es que muchos confunden la idea de la autoestima con el egoísmo, con la idea de consentirse, apapacharse, y satisfacer todos los deseos e impulsos que tienen. Pero Jesús en el Evangelio de Mateo habla de lo contrario, de la abnegación, de tomar la cruz de uno, de sacrificar los deseos de uno para salvar y ayudar a otros. Además, nuestro pasaje no nos exhorta a la autoestima. Este pasaje asume que nosotros nos amamos a nosotros mismos. Esto debe ser evidente: Sea lo que sea nuestra autoestima, nos amamos lo suficiente para ayudarnos cuando estamos sufriendo. Y Jesús usa este cuidado que tenemos para nosotros mismos, para exhortarnos a amar a los demás. Jesús nos llama a salir de nuestro constante enfoque en nosotros mismos, para ver más allá y atender a las necesidades de los demás.Los dos mandamientos en la literatura judía *
El Testamento de Issacar 5.2 Pero ama al Señor y a tu prójimo. Ten compasión del pobre y del débil. El Testamento de Issacar 7.6 Amé al Señor y a todo hombre con todo el corazón. El Testamento de Dan Ama al Señor con toda tu vida y ama el uno al otro con un corazón verdadero. Aristeas, epístola 229 La piedad es el primer grado de la belleza; su poder es el amor. Filón, De virt. 51 La humanidad y la piedad son virtudes gemélas Filón, De virt. 95 la piedad y la humanidad son las reinas de las virtues Filón Decálogo 108-110 Los que obedecen los mandamientos de la segunda tableta [de los diez mandamientos] son φιλάνθρωποι [personas que aman a la humanidad], y los que obedecen los mandamientos de la primera tableta son φιλόθεοι [personas que aman a Dios] Filón Spec. leg. 2.63 entre el vasto número de verdades y principios particulares, estudiados ahí [en el Torá], se destacaron...sobre todos los demás, dos cabezas: una del deber a Dios, mostrado por la piedad y la santidad, y una del deber al hombre, mostrado por la humanidad y la justicia. La cita de Levítico 19.18 y su uso en Mateo *
La conexión inseparable de los dos mandamientos *
La naturaleza del amor (Mt 22.39) *
La identidad del prójimo que debemos amar *
La relación de la frase 'como a ti mismo', la abnegación, y la autoestima *
22.40
La pregunta original fue acerca del mandamiento más grande en la ley, pero en 22.40 Jesús añane 'y los profetas' para mostrar que estos dos mandamientos son un resumen, no solamente de las leyes encontradas en el Pentatéuco, sino de todas las Escrituras del Antiguo Testamento. Este resumen de la ley en dos mandamientos:El amor como cumplimiento del amor en el resto del Nuevo Testamento *
Romanos 13.8-10 No tengan deudas pendientes con nadie, a no ser la de amarse unos a otros. De hecho, quien ama al prójimo ha cumplido la ley. Porque los mandamientos que dicen: «No cometas adulterio», «No mates», «No robes», «No codicies», y todos los demás mandamientos, se resumen en este precepto: «Ama a tu prójimo como a ti mismo.» El amor no perjudica al prójimo. Así que el amor es el cumplimiento de la ley. Gálatas 5.14 En efecto, toda la ley se resume en un solo mandamiento: «Ama a tu prójimo como a ti mismo.» Santiago 2.8 Hacen muy bien si de veras cumplen la ley suprema de la Escritura: «Ama a tu prójimo como a ti mismo» La inclusión de los profetas en Mt 22.40 *
La función de los dos mandamientos en relación a la ley *
Fuentes consultadas
- Davies, W. D., & Allison, D. C., Jr. (2004). A critical and exegetical commentary on the Gospel according to Saint Matthew (Vol. 3). T&T Clark International.
- Hagner, D. A. (1995). Matthew 14–28 (Vol. 33B). Word, Incorporated.
- Morris, L. (1992). The Gospel according to Matthew. W.B. Eerdmans; Inter-Varsity Press.
- Nolland, J. (2005). The Gospel of Matthew: a commentary on the Greek text. W.B. Eerdmans; Paternoster Press.