1.22 | Los sacerdotes y Levitas quieren una respuesta de Juan que ellos pueden llevar a los que los enviaron |
1.33 | El que envió a Juan el bautizador le dio instrucciones acerca del hombre sobre el cual el Espíritu descansaría. |
4.34 | El alimento de Jesús es hacer la voluntad del que le envió, y terminar su obra. |
5.23 | Quien no honra al Hijo no honra al Padre que le envió. |
5.24 | Quien cree en el que envió a Jesús tendrá vida eterna. |
5.30 | Jesús no busca agradarse a si mismo sino al que lo envió. |
5.37 | El Padre que envió a Jesús testifica acerca de él. |
6.38 | Jesús vino del cielo para hacer la voluntad del que le envió. |
6.39 | La voluntad del que envió a Jesús es que Jesús no perdiera a las personas que Dios le dio, y que los levantara en el postrer día. |
6.44 | Nadie puede venir a Jesús a menos que el Padre que envió a Jesús lo atraiga. |
7.16 | La enseñanza de Jesús viene del que lo envió. |
7.18 | Los que trabajan para el honor del que lo envió es una persona verdadera o auténtica. |
7.28 | El que envió a Jesús es verdadero. |
7.33 | Jesús dice que volverá pronto al que lo envió. |
8.16 | Las decisiones de Jesús son correctas porque el está con el Padre que lo envió. |
8.18 | El Padre que envió a Jesús es un testigo a su favor. |
8.26 | El que envió a Jesús es confiable, y Jesús proclama al mundo lo que escuchó de él. |
8.29 | El que envió a Jesús está con él y no lo ha abandonado, porque Jesús hace lo que le agrada. |
Andreas J. Kostenberger, A Theology of John's Gospel and Letters. (Grand Rapids: Baker, 2009), 134